Esta neurosis pertenece al grupo de las “psiconeurosis de transferencia” y fue llamada por Freud “histeria de angustia”. Se caracteriza por la aparición de miedo en relación a determinadas personas, cosas, situaciones o actos. Únicamente cuando el temor que se tiene por un objeto es desproporcionado es que podemos hablar de una fobia.
Y este temor injustificado lleva a la persona a asumir conductas de evitación. El fóbico, básicamente, diferencia lo que hay en el mundo en términos de lo que implica peligro y de lo que implica seguridad. El mecanismo defensivo por excelencia en esta neurosis es el desplazamiento, de ahí que la fobia se desplaza de un objeto a otro con el cual se relaciona el primero y luego de este a otro más y así sucesivamente.
No debe confundirse fobia con temor. Al hablar de fobia, hablamos de un temor desproporcionado respecto del objeto, y donde alcanza tal intensidad que sólo la huida le permite a la persona controlarlo.
¿ Cómo se produce la fobia ?
Como en toda neurosis, ante un representación intolerable para la conciencia, actúa la represión cortando la ligadura entre ese representante y su carga afectiva, es decir que se desocupa la representación (Esto ocurre por ejemplo en el caso Juanito, para quien el deseo hacia el padre es intolerable y debido a esto actúa la represión). Específicamente en la neurosis fóbica la carga afectiva, que nunca puede ser reprimida, se liga a un objeto, el que actúa como formación sustitutiva. Y esta angustia puesta ahora en un objeto, hace de ese objeto el “objeto fobígeno”. Y el síntoma será justamente la fobia hacia ese objeto, síntoma que actuará como contrainvestidura de aquella representación intolerable que se reprimió.
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Lic. Daniel A. Fernández – PSICÓLOGO
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