sábado, 25 de junio de 2011

Trastorno borderline de la personalidad

En el presente escrito se abordará al trastorno borderline de la personalidad.
Para ello, en principio estableceremos un concepto de personalidad, luego veremos cuándo una personalidad es normal y cuándo no, después definiremos al trastorno borderline, mencionaremos los factores más importantes en los que repara Otto Kernberg para hacer un diagnostico diferencial, describiremos las características principales del cuadro, mencionaremos brevemente los distintos subtipos, daremos cuenta de la posible etiología del trastorno, brindaremos recomendaciones para el tratamiento psicoterapéutico y haremos mención de los posibles tratamientos farmacológicos a tener en cuenta.

Antes de comenzar a hablar de trastorno borderline de la personalidad, es conveniente primero tener en cuenta el concepto de personalidad. A tales fines, podemos tomar uno de los conceptos rescatados por Pereira A. (1997), quien nos recuerda que para Allport G. (1937) [la personalidad es la organización dinámica de los sistemas psicofísicos que determinan el peculiar ajuste al medio circundante, la conducta y el modo de pensar característicos de cada individuo]. Establecida ya una definición de personalidad, sería conveniente aclarar qué se entiende por personalidad normal y qué por anormal. Para esto, podemos tener en cuenta que Schneider K. (1965) refiere a lo normal como el término medio y también como ideal subjetivo personal. Y define a las personalidades anormales como [variaciones, desviaciones de un campo medio imaginado por nosotros, pero no exactamente determinable, de las personalidades]. Y podríamos describir también a la personalidad anormal como la del hombre de nuestra época y cultura que no se adapta al término medio de las conductas de la sociedad a la cual pertenece.

Habiendo hecho las aclaraciones anteriores, podríamos ahora pensar al trastorno borderline como una organización fronteriza de la personalidad, como una patología de la personalidad, y no como un estado transitorio entre la neurosis y la psicosis. En el DSM-IV se lo agrupa en el eje II, dentro de los trastornos de la personalidad. Y según Kernberg O. se trataría de una organización caracterológica crónica que no es típicamente neurótica ni típicamente psicótica.

Como explica Pereira A. (1997) en Conceptos fundamentales de psicopatología III, las llamadas [organizaciones fronterizas de la personalidad], [personalidades borderline], [personalidades como si], [seudo self], [organizaciones borderline], [personalidades narcisistas], son personalidades con una estructuración patológica del Yo. Y agrega que conservan el juicio crítico de la realidad de las neurosis, que comparten con las psicosis sus mecanismos defensivos más primitivos (como la proyección y la identificación proyectiva), y que tienen como una de sus características más frecuentes a los acting out (aspectos no verbales de la comunicación). Podemos decir además que el acting out es un lenguaje de acción en donde la palabra, el pensamiento, es reemplazado por el acto en sí.

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Lic. Daniel A. Fernández
danielfernandez@flashmail.com

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