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martes, 26 de julio de 2011

Cómo lograr una BUENA relación de pareja y no morir en el Intento: Capítulo 1

Desde los primeros momentos de nuestra existencia aprendemos a estar con otros, y eso precisamente nos permite SER, separarnos, independizarnos, mirarnos en otros…aprendemos a ESTAR CON OTROS.
Así comienza nuestra vida, nos vamos relacionando, desde los primeros años de sociabilización ya vamos practicando a estar con otro u otros. Tanto con personas de nuestro mismo sexo, como del sexo contrario.

Desde nuestros primeros años de sociabilización, de escolarización, ya aprendemos a relacionarnos con personas del otro sexo, y a que éstas nos agraden. Desde que vamos a la escuela primaria, nos damos cuenta que hay otras personas pequeñas como nosotros que nos gustan, a las que gustamos; y también las bromas de pares o de mayores hacen “entrar a nuestro mundo de posibles” esa relación amorosa con el otro, con la otra, que sin dudas en las etapas tempranas no irán más allá de lo que podemos sostener, serán “gustos” “amores” tempranos, platónicos, pero que nos permiten ir “aprendiendo a jugar ese papel de gustar, querer, amar, congraciarnos, ser amorosos, recibir atenciones, etc., que como dije previamente nos van poniendo en el camino de la conquista, del agrado, del querer más a uno o a una, que a los demás y sentimos lo mismo hacia nosotros de aquella persona que tiene una mirada ESPECIAL hacia nosotros, una mirada distinta, una mirada que revela que para esa persona, joven aún, somos más que un compañero, una compañera, una amiga, un amigo: SÓMO AQUEL PERSONAJE QUE SIGNIFICA MUCHO MÁS QUE LOS DEMÁS PARA ESE QUE ASÍ NOS HA INVESTIDO SUBJETIVAMENTE DE TAL SIGNIFICADO Y GUSTO, nos sentirnos agradar, nos gusta agradar, nos interesa que gusten de nosotros, porque nos hacen distintos al hacerlo valga la redundancia y aunque “mostremos” que no nos gusta éste particular modo de “trascender” del grupo, muy dentro de nosotros mismos sí nos agrada esto, porque nos hace sentir diferentes, mejor, con mayor valía y eso no es malo, todo lo contrario.

Luego descubrimos que el andar de la vida nos ha llevado a olvidarnos de aquellos primeros y lejanos momentos, pasan los tiempos, vienen las distintas experiencias amorosas, algunas buenas, otras no tanto, pero que nos han permitido ir creciendo, ir aprendiendo de ese “prueba y error” que nos ha permitido la vida, y de pronto nos encontramos en éste momento de la EXISTENCIA, en el cual estamos NUEVAMENTE SOLOS, O SOLAS y al vivenciar una “nueva” frustración, aún dolidos por la experiencia mal avenida, o porque amamos y no fuimos correspondidos, o porque nos amaron pero no tanto, o porque de quien nos enamoramos resultó alguien que no nos pudo hacer feliz, o porque las distintas circunstancias por las que atravesamos juntos, se metieron cual cuña en la relación, y en lugar de atravesar esas experiencias y salir fortalecidos, el tiempo nos ha mostrado tanto a esa otra persona como a nosotros mismos, que en ambos o en alguno de los dos el amor dejó de estar, y las diferencias, las desavenencias, los malos momentos nos han permitido decir adiós y ahora es un nuevo momento existencial en el que estamos en la encrucijada de SI VOLVER A COMENZAR OTRA HISTORIA O QUEDARNOS SOLOS!!!???

En fin, de mi experiencia de vida, también como psicoterapeuta con largos años de experiencia en éstas problemáticas, como amiga y también conocida de diferentes personas que han dado fin a una o varias relaciones por las que hubieron de atravesar, pero que un día decidieron en compañía o solas cortar con una relación que no cumplía con el básico requisito de hacer feliz o al menos de permitir vivir en armonía, y ahora en éste momento, en el que la vida pone en la situación de volver a “elegir” a quien se supone es la persona que permitirá crecer y madurar en pareja, y encontrar la felicidad compartida; todo ese bagaje de historias previas, todo ese dolor, toda la frustración, todos los sinsabores y lágrimas derramadas aparecen y se presentan: SE HACEN PRESENTE y se muestran en la persona con un significado que a todas luces va a incidir en la nueva relación, desde el comienzo mismo del recorrido de un camino que no será tan sencillo ni tan fácil de recorrer, ya que el TEMOR DE VOLVER A SUFRIR (como si fuera posible repetir la historia tal cual se vivió), y éste hará que tanto él como ella muestren toda serie de formas y de modos que no hará posible la relación de pareja tal como se la desea, si ese hombre, o esa mujer no se desprenden de lo previo, y se permiten brindarse a esa nueva relación, si bien habiendo capitalizado todo lo vivido desde lo positivo, pero impidiendo suponer o dar por hecho que si ha habido una persona que ha dañado, no tiene porqué ahora también presentarse otra que haga lo mismo.

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Lic. Cristina Heinzmann
Psicóloga - Psicoterapeuta - Hipnólogo Clínico
DIRECTORA Centro Psicológico Compartir
CREADORA MétodoHeinzmann de HIPNOSIS Terapéutica (clínica)

sábado, 2 de julio de 2011

Pérdida de realidad en la neurosis y en la psicosis

En un texto de 1924, titulado “La pérdida de la realidad en la neurosis y en la psicosis”, Freud nos alumbra al explicarnos cómo no sólo existe pérdida de realidad en la psicosis sino también en la neurosis. De esta manera, plantea una similitud entre ambas estructuras y expone las principales diferencias. A continuación, procuraré desarrollar de manera comprensible la esencia más rica del valiosísimo texto mencionado.

En principio, podríamos recordar que en la neurosis existe un conflicto entre el Yo y el Ello, donde el Yo está al servicio del Superyo y de la realidad. Y en cambio, la psicosis es un conflicto entre el Yo y el mundo externo, donde el Yo está al servicio del Ello. Planteada esta diferencia fundamental, podemos continuar ahora con nuestro desarrollo.

EN LA NEUROSIS:

En un primer paso: Se da un conflicto entre el yo y el Ello, donde el yo (al servicio de la realidad) va a reprimir una parte del Ello (una moción pulsional) por ser intolerable.

En un segundo paso: Aquí es cuando se da lo patológico en la neurosis. Con el fracaso de la represión, se da el retorno de lo reprimido y la formación sustitutiva (síntoma). La neurosis es el resultado de una represión fracasada.

Y es en este segundo paso cuando se da un aflojamiento del nexo con la realidad. Y la pérdida de realidad se manifiesta con el olvido (amnesia) de ese fragmento de realidad (hecho traumático) debido al cual se produjo la represión de la moción pulsional. Ese hecho traumático fue olvidado en el acto y se produjo la regresión a épocas anteriores más satisfactorias. Es decir que al no poder la libido hallar satisfacción en la realidad (por verse frustrada), buscó satisfacción en la fantasía (la que busca satisfacerse al modo antiguo) y se dio la regresión. Si el yo acepta ese modo de satisfacción antigua en el presente, se da la perversión; si no lo acepta surge la angustia como señal de alarma y se activa la represión. Luego, por el fracaso de la represión, se da el retorno de lo reprimido y así la formación sustitutiva (síntoma). Este síntoma va a ser una formación de compromiso entre la moción pulsional que buscaba satisfacerse y la represión. Y luego el yo continúa luchando contra el síntoma y se da el cuadro patológico de la neurosis. En la neurosis se evita, a modo de huida, un fragmento de la realidad. La neurosis no desmiente la realidad, se limita a no querer saber nada de ella.

La neurosis busca apoyarse en un trozo de realidad, no en el mismo trozo de realidad contra el cual tuvo que defenderse (hecho traumático) pero sí en otro sustituto y de valor simbólico.

EN LA PSICOSIS:

En un primer paso: El yo (al servicio del Ello) se retrae de una parte de la realidad. En este primer paso se arranca al Yo de la realidad. Este primer paso ya es patológico.

En un segundo paso: Aquí se tiende a restablecer la relación con la realidad, pero no a expensas de limitar al Ello sino por otro camino: por la creación de una realidad nueva (en base a los contenidos de Ello). En la psicosis se reconstruye una realidad nueva (en base a alucinaciones, delirios). La psicosis desmiente la realidad y procura sustituirla.

El nuevo mundo fantástico de la psicosis busca sustituir a la realidad exterior.

CONSIDERACIONES GENERALES:

Básicamente diremos que la causa común para que se desate una psiconeurosis o una psicosis es la frustración. Y tanto en neurosis como en psicosis se desarrolla una pérdida de realidad y una sustitución de la misma.

En la neurosis: La pérdida de realidad se produce cuando, ante el hecho frustrante, la escena traumática (parte de la realidad) deviene inconsciente tras actuar la represión. Y la sustitución de la realidad se produce cuando, tras el retorno de lo reprimido, se da una formación sustitutiva que se apoyará en otro hecho real distinto del traumático y que tendrá carácter simbólico (Por ejemplo: en el caso de Juanito se sustituye a “padre” por “caballo”).
En la psicosis: La pérdida de realidad se produce cuando ante el hecho frustrante el yo rechaza la realidad, se retrae de ella. Y se sustituye la realidad cuando se crea una realidad nueva y diferente en base a los contenidos del Ello (delirios, alucinaciones).
Una conducta normal, dirá Freud, que es aquella que no desmiente la realidad (como no la desmiente la neurosis) pero que sí procura modificarla (como lo procura la psicosis).

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Lic. Daniel A. Fernández
(PSICÓLOGO - PSICOANALISTA)

jueves, 23 de junio de 2011

La apariencia corporal entre una aceptación sana y la enfermedad.

La imagen corporal.-
Aprendemos a evaluar nuestros cuerpos a través de la interacción con el ambiente. Donde el agradar a los demás, el intentar llenar los requisitos glamorosos de belleza de modelos estereotipados con claras diferencias genéticas , raciales, cronológicas y hasta culturales hace sumamente difícil y desgastante el manejo de la autoimagen, que en mucho es producto manufacturado por el mundo de la moda y el espectáculo y reproducida por los medios de comunicación de masas hacia una estilizada apariencia corporal.

Esta realidad logra impactar en la autoestima ocasionando problemas de anorexia y bulimia, adicciones y/o dolor emocional. En todo esto hay una real distorsión de la verdadera belleza, pues la enfermedad provocada por una mala alimentación o el consumo de sustancias , que distraigan el apetito o queden en lugar de éste, sólo atraen enfermedad. Recordemos que realmente la salud SI es belleza.

La salud emocional y la actitud.
Es importante clarificar que la Actitud ante la vida, es una parte de la personalidad, que se va desarrollando de acuerdo a las vivencias, es la capacidad de actuar de acuerdo a nuestros pensamientos, es entonces que se hace evidente la necesidad de cuidar el como pensamos, el darnos cuenta, de la calidad de nuestros pensamientos.

El expresar en voz alta “ soy y valgo” nos lleva a una reflexión encaminada a ejercitar este “aquí y ahora” de lo que soy, cómo lo vivo y que necesito.

Esto es un inicio del camino al trabajo interior, y a un posible y viable cambio de actitud hacia la imagen corporal y la aceptación integral, así como la apertura a posibilidades sanas , de logro y valía.( una Dieta adecuada, ejercicio controlado, buenas lecturas ) aunado a paciencia y objetividad en la espera de resultados y bienestar.

En los últimos 10 años, la salud emocional se ha posicionado de manera diferente, entendiendo de forma integral al ser humano como un ser único e irrepetible, un ser bio psico social y espiritual realmente dotado de vida emocional la cual requiere para mantenerse sana , de trabajo personal y de saber reconocer las propias emociones y accionar para el fluir de las mismas.

El atender esta área , con la misma deferencia que cualquier otra de las que nos conforman, es realmente parte del desear estar sanos y hacer algo en consecuencia.

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Dyana Meyer-Psicoterapeuta Gestalt
dyannameyers77@yahoo.com

miércoles, 23 de marzo de 2011

24 de Marzo, mi tributo a un DESAPARECIDO

A veces escucho, aunque ya no tanto, frases cómo ¿Pero, cómo pudieron no saber? ¿Cómo pudieron no hacer algo? Cómo fue posible que ocurriera? ¿Cómo los dejaron?

La primera reacción mía fue de “culpa” realmente sentí culpa de no haber hecho “nada” es decir algo para evitar el horror.  Luego con el avance de la vida y con la madurez, sumado a haber conocido porque se fueron haciendo públicos los relatos del horror, supe que no hubiera podido hacer nada, ni yo, ni mi familia completa, ni mi barrio completo, en fin…. Nos hubieran masacrado a todos sin mediar palabra, eso lo supe después.


Cuando digo que en un momento sentí culpa, antes, mucho antes de esto sentí la pérdida, la ausencia, el espacio vacío, el hueco que dejó una persona que fue muy importante en mi vida y por no mucho tiempo, pero el tiempo que estuvo presente sí lo fue, y baya si dejó en mi su huella.

Ésta persona a quien llamaré “Carlos” porque en realidad no recuerdo cómo se llamaba, no por ingratitud, sino porque cuando dejó de estar y llenar ese espacio que ocupaba y de llenarlo de energía, luz y grandeza dejó un gran hueco que exhibía su ausencia; para luego ir aprendiendo que no debía preguntar por él, aunque no entendía bien por qué, pero era evidente que si lo nombraba o preguntaba mi vida estaba en peligro y ahí en primer lugar en forma voluntaria dejé de nombrarlo pero luego con el tiempo me olvidé de su nombre… aunque jamás de lo que su vida dejó en mí como ejemplo.

Lo primero que hice fue preguntar por él cuando no lo vi, y luego de pensar que estaba enfermo, pues como empleados de la Municipalidad de Córdoba que éramos, yo recién ingresada, muy joven e inexperta tanto en mis tareas como en todo lo relacionado con una efectiva función, y con la vida. Él era un hombre que seguramente tenía algunos años más que yo y en su función también hacía muchos años que se desempeñaba.
Al ser yo una empleada sumamente joven y sin muchos conocimientos salvo los de la educación formal, supo brindarme la asistencia y enseñarme el mejor modo posible la óptima manera de realizar mi trabajo sumándole a la calidad y excelencia, también la amabilidad, la cordialidad, el respeto, el servicio, y también el corazón.



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Lic.Cristina Heinzmann
Psicóloga-Terapeuta
Centro Psicológico Compartir
Psicoterapia en Línea
www.centrocompartir.org